Exitosa Salida Pedagógica de la escuela Rural de Aylín a la Región del Bío Bío

Los viajes de estudio y las salidas pedagógicas son experiencias educativas extraescolares organizadas por el establecimiento en espacios distintos al aula, las que tienen como propósito contribuir al desarrollo integral y a la formación de los estudiantes, mediante experiencias de aprendizaje y conocimiento relacionadas con las bases curriculares del nivel educativo respectivo.

La Escuela Rural de Aylín destaca su reciente salida pedagógica a la Octava Región del Bío Bío. Los participantes tuvieron la oportunidad única de explorar la riqueza histórica y cultural de la región, visitando destacados sitios como la mina subterránea El Chiflón del Diablo y el Parque Cousiño.

La elección de estos destinos no solo responde a su atractivo turístico, sino también a su profundo valor histórico a nivel nacional. La experiencia de conocer estos lugares en persona brindó a los estudiantes la posibilidad de relacionar de manera concreta los contenidos enseñados en el aula con los espacios y eventos históricos reales.

La maravilla del entorno y la riqueza en la historia local permitieron a la comunidad educativa de la escuela Rural de Aylín consolidar la labor pedagógica de una manera única. Este tipo de salidas pedagógicas son una parte integral de las estrategias educativas de la escuela, que año tras año se esfuerza por ofrecer a sus estudiantes la oportunidad de explorar lugares relevantes de la historia nacional.

Estas iniciativas refuerzan el compromiso de la Escuela Rural de Aylín con la educación integral y experiencial, proporcionando a los estudiantes herramientas para comprender y apreciar la riqueza cultural y patrimonial de su entorno.

La Mina de Carbón el «Chiflón del Diablo» la que fue abierta a mediados del siglo XIX, cuando se instalan en la región costera del golfo de Arauco renombrados empresarios mineros, quienes se encargarían de estudiar los yacimientos de la zona para su posterior explotación, a consecuencia del auge de las máquinas a vapor durante el siglo XIX, provocaron un explosivo aumento de la demanda por carbón mineral, para alimentar la extensa red de ferrocarriles que se expandía por el país y a las embarcaciones que llegaban y salían desde nuestros puertos o que cruzaban el Estrecho de Magallanes.

Otro de los lugares visitados por los estudiantes de la escuela de Aylín fue el Parque Cousiño, el que fuera diseñado entre los años 1862 y 1872, concebido como un regalo de don Luis Cousiño Squella a su esposa Isidora Goyenechea, quien se encargó del parque hasta su muerte en 1898. Es obra del paisajista británico Bartlet, quien diseña sus jardines según el estilo francés. Posteriormente, Isidora Cousiño contrata al técnico irlandés Guillermo O’Reilly para modificar algunos sectores del parque y se encargó de las primeras plantaciones de árboles en el parque.